miércoles, 23 de mayo de 2012

Como me recuerdo...

Me gustaba contar historias, quizá yo le agregaba detalles o le daba características irreales en buen chileno "engrupia", pero solo eran detalles importantes desde mi manera de ver las cosas, me gustaba como la gente se acercaba a oír mis historias casi siempre fantásticas donde el personaje principal siempre era yo, quizá tengo un ego por las nubes pero a nadie le molestaba menos a mi, si a pesar de ser el protagonista y el narrador, también me tocaba ser el centro de las burlas muchas veces estas historias me dejaban como un tonto, pero había que matizar, para sonar algo humilde...jajaja!

Una de esas tantas comedias que protagonicé, donde la motivación principal del narrador era siempre hacer algo importante por tonto que pareciera, él siempre postulaba una razón y debía comprobarla, estábamos a kilómetros de la cabaña donde alojábamos con mis compañeros de enseñanza media y calculábamos al ojo la distancia, un buen amigo y compañero me siguió todo el camino en la cuenta con la teoría de las proporciones en pasos, contamos todo el camino y llevábamos un grupo de cotorras tras nuestro dándonos animo o desalentándonos, de todas formas nunca supimos la distancia pero fue una larga y amena caminata donde el centro de la conversación fue la locura nuestra, pronto nos reuniremos con algunos de ellos y asomarán todos estas historias de pendejos...

Por aquellos años que quedan en la memoria...

martes, 10 de enero de 2012

Viajar con lo puesto...

Pese a lo malo que soy para leer, uno de mis primeros empleos fue en una Biblioteca, a la cual llegué como de costumbre, no hasta entonces, pero después sería habitual, entré por la madre de mi novia, parece que verlo a uno sin trabajar es como el peor de los males.

Luego de ganarme todas las confianzas, apareció el verano y las ganas de trabajar se fueron con las frías mañanas de la primavera, un paseo de verano se urdió entre mis amistades de ese entonces y faltar era un pecado, pese a todo ello, no recuerdo las motivaciones que me excluían de aquel viaje.

Me invitaron en última oportunidad, insistiendo a mi negativa y simplemente me escudé en que no había hecho maletas para el viaje, aún recuerdo las palabras "anda con lo puesto", un concepto inconcebible hasta entonces, pero al cabo de unos minutos organizamos una avanzada de viaje entre quienes nos quedábamos abajo.

Tomamos un bus pirata y las condiciones etílicas de mis acompañantes no serán reveladas en este fragmento, pero sus irresponsabilidades en bajar a comprar en una bencinera y mi descuido al no estar atento, nos dejaron  a pie a medio camino perdiendo toda la ropa y especies que transportábamos camino a aquel viaje sorpresa.

Al cabo de unos minutos, privilegiamos la cantidad en vez de la calidad, para poder viajar en un camión que nos pudiera transportar a los 4, perdimos toda posibilidad de alcanzar ese bus pirata y ladrón, era como pagar nuestras culpas encerrados entre cajones de manzanas, con nuestros atuendos veraniegos viajando cerca de la media noche y con uno de los tripulantes embarrado hasta el pelo por culpa de su mal equilibrio.

Llegamos a destino pagando un viaje extra y nos olvidamos de todo lo malo ocurrido y disfrutamos hasta que se nos permitió en aquel paraje...