martes, 29 de septiembre de 2015

Rumbo al Norte...



Aún recuerdo esos días de baja convocatoria, sobre todo si me concentro en los detalles, desgastado por las diferencias entre quienes componían por esos años el Grupo...Yo tenía un par de cercanos y ya no estaba seguro si eso valía la pena o la impotencia de no poder mejorar la situación...


Unos meses antes, trabajaba entregando cartas y uno de mis destinos me llevó a la Universidad donde estudiaba, aquella mujer que me quitaba la tranquilidad, solo por el gusto de verla, de tener una excusa para hablarle, fui a entregar el documento y me quedé merodeando en el área de su carrera, justo encontré un Stand de NSF, un grupo de jóvenes que tenían un proyecto muy parecido al nuestro, me invitaron, quedamos en contacto...


No fue hasta ese entonces, cercano a vacaciones de invierno, que le propuse a mi compañero de hazañas, Vámonos! tengo una invitación, no creo que pueda ser peor que este ambiente. Él siempre pudo, así que un día antes que yo, se embarcó en el viaje a conocer este nuevo Grupo, yo salí del trabajo y partí a sumarme a la iniciativa. Llegué de noche y caí en lo que se llamaba orden de pieza, no supe como dormir pero desperté con ganas de arreglarlo todo, como ocurría en casa ajena, jajaja! Ya les habían advertido de mi obsesión por el orden y el aseo, pero no se lo creyeron hasta cuando iban con su colchoneta al hombro cambiándose de pieza, jajaja! Cuanto me conocía este personaje...


De cualquier manera, nos invitaron a la siguiente actividad, al NORTE! A Iquique, en mi vida había viajado tanto, fueron 27 horas de amor, dolor, risas y unión de un equipo de desconocidos, lejos la mejor terapia de integración, para mala suerte mi compadre, no le fue bien en esa etapa, como solía pasar entraba a pata pela' o caía como el orto, volvió a ocurrir en este viaje, pero simplemente nos enfocamos en aquellos que lo aceptaron, el resto fue una gran experiencia trabajando con niños, aún veo sus vídeos y recuerdo cuantas payasadas hicimos...


Lo que no voy a olvidar nunca es las noches en la playa de Iquique, algo que uno quiere recordar en el camino recorrido, tocar guitarra cantar y compartir tanta belleza, juventud y ánimo es claramente algo que no dejaré de disfrutar.


Cuando todo acabó, algunos viajamos a Machu Pichu, el viaje al Norte no terminaba ahí...continuaría...

No hay comentarios:

Publicar un comentario